Acabo de leer una entrada muy interesante de el blog http://www.enpuntaballena.blogspot.com/ titulado "¿...Siempre es posible?". Me ha hecho pensar bastante en el paradigma actual en el que se encuentra este mundillo, y la cosa no pinta demasiado bien, como bien indica nuestro compañero mallorquín. El caso es que llevamos ya unos añitos arrastrando el declive del movimiento. Antes -en los años 90- ir con bomber estaba a la orden del día, cartearse, cambiarte bufandas, comprar material de otros grupos, la Superhincha mensual, las "multitas" (en comparación con los multones actuales), tifar a la salida del equipo con los rollos de papel higiénico, gradas sin asientos, alcohol en el bareto del estadio, bengaleos, los cánticos de "El día después", etc. En resumen, que ser ultra estaba a la orden del día. Se palpaba la grada en el ambiente. Era algo atractivo para los chavales, y los no tan chavales, pegarse unos cánticos en el fondo para animar a su equipo y pasar un buen rato. Que si viajecito para aquí y para allá. Te hacías tus colegas del fútbol, era como una fiesta externa a "La ruta del bakalao".
En la actualidad, como ya sabréis, todos esos elementos no son los que abundan. Tienes follones por cualquier cosa, te ven como a un bicho raro, en los medios de comunicación si sale alguna noticia relacionada al mundillo es para tacharla de "jóvenes analfabetos agresivos" y un sinfín más de gilipoyeces. El tema es que los jovenes que aparecen ahora interesados por la grada, y con cierta predisposición a formar parte de algún grupo, aparecen a cuentagotas. Por lo menos sabes que el que viene suele ser porque le gusta de verdad y prefiere arriesgar a quedarse sentado todo el puto partido y algo aportará. ¿Qué los grupos ultras están destinados a perecer? Yo creo que no, pienso que siempre habrán un puñado de personas con casta que continuarán llevando esto en volandas. El único inconveniente es que no se consiga un relevo generacional bueno y que dentro de 30 años "los de siempre" cuelguen la bufanda y esto pase a mejor vida. Ese si que podría desencadenar un problema serio.
Desde ese punto de vista personal, no creo que haya que elegir la opción de irte a un grupo de animación/grada joven/ agrupación de peñas tamborileras para poder animar a tu equipo. Yo siempre preferiré estar con mis 10-15 compañeros mentalitosos antes que con 500 chirigoteros. Porque por mucho que molen las gradas llenas de gente al fin y al cabo no piensan de la misma manera que tú. A la mínima animarán a jugadores que no se lo merecen, realizarán cánticos tipo "Ala bin ala ban ala bin bon ban", insultarán al equipo rival (a sabiendas de que no recibirán castigo alguno por ello), y no sabrán ni desplegar un puto tifo. Yo paso de eso, prefiero ser un tío cojonudo antes que un vendido.
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