Si amigos, hay un cáncer claramente diferenciado en este mundillo "gradístico" y esa enfermedad contagiosa se denomina "Ciberultras". Antes los chavales que empezábamos en esto nos enterábamos a cuentagotas de los sucesos ultras y muchas veces conocíamos los acontecimientos meses después de que hubiese pasado tal o cual cosa. Yo nunca he sido de meterme en foros, de hecho en el de Superhincha no recuerdo haberme metido más de 5 o 6 veces. Tampoco era de cartearme con nadie, ya que siempre me he considerado como una persona antisocial. Toda la información que me llegaba era a través de la grada, del boca a boca. En la previa del bar te comentaban que tal grupo había viajado a tal sitio, que tal grupo se había pegado con tal otro, que el tifo de US del derbi era cojonudo, etc. Después siempre había algún alma caritativa que te dejaba ojear la revista Superhincha y ponerte al día también en cuanto a movimientos de otros países.
¿Lo bueno de antes? Que por muy motivado que estuvieses siempre necesitabas más. Te decían que estuvieses pronto en el bar por si venía el grupo rival y ahí que estabas, te decían que el viaje a X sitio era muy importante porque en tal año hubo una movida de la hostia y ahí que te montabas. ¿Ahora qué pasa? Pues que los chavalitos se motivan en exceso muy pronto, muchos apenas viajan, ni han realizado un tifo, ni se han movido por el orgullo de un grupo, de una ciudad o de unos colores, pero se saben la vida de una veintena de ultras que sólo han escuchado de oidas. Tienen millones de fotos de gente que ni conocen, se escriben por Twitter con chavalines de otros grupos para insultarse o inventarse historias, y así un largo etc. con el correspondiente fantasmeo que eso ocasiona.
Nos quejamos mucho de que si el futbol moderno, de que si la policía, pero no nos damos cuenta de que nosotros tenemos mucha parte de culpa de que esto no sea ni la sombra de lo que fue. No existe ningún respeto por el enemigo, a sabiendas de que por mucho odio que haya recíproco debe existir una cierta cordialidad por la necesidad mutua de existencia y por compartir el mismo modo de vida.
P.D.: Murcianicos, la próxima vez por lo menos ayudarnos a cambiar las ruedas. Sois los más cobardes y bocachanclas que he podido "conocer" en mi vida.
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